Hay días y días, días para reír y otros para llorar, días para comerte el mundo y días para esconderte bajo de la cama.
Hay días que quisiera correr sin pararme con nadie, y días que dando un simple paseo quieres hablar con todos.
Tenía claro lo que iba a escribir aquí, pero sinceramente se me ha olvidado.
Se me olvida todo en días llenos de salpicaduras secas como hoy, en los que todo me da igual.
A veces la felicidad no consiste en sonreír, si no en cosas más profundas, en saber que le importas a tu gente, en saber que no te hace falta nada material para tenerlo todo ganado. No me hace falta más que un te quiero de tus labios para reírme del mundo.
Cosas que nos llenan de luz y de oscuridad, cosas que nos hace pensar y cosas que nos hacen actuar, cosas por las que somos valientes y cosas por las que somos cobardes, que son las que más.
En una corta parte del camino que llevo andado por la vida, no sé realmente si soy feliz, con lo tengo y con lo que soy, cuando pienso esto sinceramente me hundo. Todos y todas buscamos la felicidad, cada uno la encuentra a su manera, pero, ¿es la verdadera felicidad?, unos se refugian en el fondo de los vasos de cualquier bar, otros en las drogas, otros en las mujeres, otros en el dinero, otros en sus pensamientos... ¿sabeís lo que es ser feliz?. Ahora que yo lo pienso creo que nadie sabemos lo que es la felicidad, porque tendremos todo lo que queremos y necesitamos pero siempre querremos más y más...
En días como hoy, la vida te putea de una manera grandiosa, en días como hoy me doy cuenta de que a tod@s nos falta algo que añoramos...
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