A mi no me hace falta esconderme detrás de ningún pseudónimo, no me hace falta hacer creer a la gente lo bueno que soy, quién me conoce me acepta tal y como soy, no tengo que convencer a nadie, creo que los que os acercaís por aquí a echar un vistazo me conoceís de sobra, y sabeis como soy, como actúo y cómo pienso.
Es esa forma de actuar que tengo la que muchas veces me pierde, mi boca no se calla ante las injusticias, ante la opresión al más débil ni ante nada que choque contra mis principios.
Vuelvo a repetir, que quién me conoce son los únicos que me pueden juzgar, y son ellos los que dicen que no hay dos como yo encima de la tierra, y es por ellos por los que cada día lucho por ser mejor persona.
Yo camino por la calle con una sonrisa en mi cara, mis problemas me los trago, y si alguna vez me equivoco pido perdón, soy una persona honesta, o eso dicen, y no me hace falta crearme películas en mi vida, porque de por sí es una película, mezcla entre terror, comedia, drama, romántica, vamos que lo tiene todo y no tengo porque inventarme nada al respecto de ella.
Otra de las cosas, le comenté a una amiga, que en mi blog no escribo para que la gente me lea, escribo porque dentro de mi tengo algo que necesito sacar y lo hago y me desahogo aquí, y si alguien se siente aunque sea por una vez identificado en algo que he dicho pues merecerá la pena todo lo que escribo.
Sin más que decir, una última cosa, cambiaré tu dolor por sonrisas porque no hay nada más bello que verte sonreír.
HASTA LOS HUEVOS DE LOS FALSOS, E HIPÓCRITAS
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