19 abr 2018

Todo el mundo tiene derecho a ser mediocre.



Tras la lectura del artículo de Octavio Salazar, yo, también reclamo el derecho de muchas personas a vivir y promover la mediocridad.

En una sociedad, alimentada por el “yoismo ilustrado”, llámese “pelotismo ilustrado” y/o “mediocres ilustrados” hay que defender hoy más que nunca esa mentalidad, esa forma de vivir entre el altavoz surgido de las tinieblas del “postuero ilustrado” que cómo púlpito nos pusieron en la vida las redes sociales, que de sociales tienen poco, pero de redes mucho.

Hoy, hay más filósofos/as, economistas, docentes, psicólogos/as, expertos en diferentes materias y sobre todo expertos/as en la vida contemplativa, que con una publicación, normalmente buscada en la oscura red de internet, elevan en él su afán de “yoismo ilustrado” dando lecciones al resto de la humanidad de su poderío y altanería, mirándonos al resto desde su altar, construido sobre las bases de una vida que no existe ni se le espera.


Evidentemente, somos y tenemos lo que normalmente nos merecemos, normalmente, porque creo que no todos nos merecemos a tener a Rajoy de presidente, por muchos millones de votos que tenga, llamadme antidemocrático, pero esto, también es consecuencia del “yoismo ilustrado”, esa forma individualista de ver el mundo y la realidad paralela en la que viven algunos y algunas cuyo centro gravitacional está en el Instagram, en Facebook, Twitter o Snapchat y lo que viene siendo vida social, poquito.

Presumir de ser la persona más feliz del mundo, es contraproducente, o eso creo. Yo, personalmente, aún en los momentos más felices de mi vida, siempre había un pero, una ausencia o un pensamiento que en mi interior me hacía ver que la completa felicidad es inalcanzable. Pero entiendo, que no todo el mundo esté dispuesto a, que el resto de la sociedad vea alguna de sus infelicidades, cómo si eso fuera malo o una debilidad… “qué debilidad ni ná”

Debilidad supone “vender” a Zuckerberg, Jobs o cualquier otro gurú, la posesión de nuestra “enredada vida”, pero eso sí, sólo la parte buena de nuestros viajes, de la relación con nuestra pareja o con nuestro amigos...lo que viene siendo perder la intimidad, lo que viene siendo, no tener vida.

Debilidad supone querer ser y no ser, cómo si cada uno no fuéramos ya suficientemente importante siendo nosotros mismos.

Debilidad, es elevar a los altares cómo si fueran borregos de oro a Cristiano, Messi, Kiko Rivera o cualquier tipo/a mediático, cuyos logros más inmensos ha sido meter un balón entre tres palos, vivir del cuento y/o retozar en la alcoba de algún que otro “medriocre ilustrado”, esa es la debilidad, querer ser cómo ellos, y no por los valores deportivos que en el fondo, muy “jondo” deben tener, de superación, de esfuerzo y entrega, o por los valores culturales, que yo a lo de Rivera aunque lo pueda llegar a tener muy “jondo” tampoco se lo veo, y mucho menos a quién cuenta relaciones “amorosas” cual rosario vespertino de cuentas amorosas...

Sobre todo, el negacionismo de estar rodeados de mediocres, en el sentido más amplio y elevado a su máxima expresión y potencia, de personas que sólo viven de ese “pelotismo o postureo ilustrado” y que, aunque se haya renegado de ello al principio de los tiempos, hoy se mueve entre ellos… “yo no ero, ero uhtede”...

Y terminar con el “victimismo ilustrado”, cuántas tragedias vividas en directo en la pantalla de un smartphone, un ordenador o una tablet, cuántas tragedias hay que leer cada día, que yo creo que no hay una alianza internacional contra nadie, y eso que las conspiraciones siempre me fliparon, que ya tenemos bastante con las que nos llegan de verdad cada día, cómo para ver tragedias inventadas para promover la empatía y el cariño… una vez lo leí, que cada uno tiene su tragedia, y añado, que no por contarla en una red social, es más ni menos tragedia que la del que no la cuenta, ni está más dolorido por la pérdida de alguien...

Yo hoy reclamo a la gente llana, la que siendo feliz no lo vende a las redes sociales, a quiénes cuando tienen un problema no lo publican para que todo el mundo le de ánimos, aquellos que las fotos más bonitas, si no es fotógrafo y se gana la vida así, las conserva como un tesoro en un marco de su casa, a quiénes se van a un concierto y disfrutan de él sin tener todo su TL lleno de fotos y vídeos del concierto...a quién de verdad atesora la intimidad de su vida, a quiénes sus tragedias las viven para sí y sus allegados, a quiénes llaman por teléfono para ver cómo está su amigo, a quienes viven su vida por que es la que les ha tocado, o a aquellos que se esfuerzan, no por el reconocimiento público, sino por el reconocimiento emocional y personal, por esa satisfacción de ser lo que cada cuál quiere o le ha tocado ser.

PD. Al final, la vida es cómo un gran
Aliexpress muy bonita en la foto que vemos, pero una talla pequeña de cojones cuando la probamos.
Firmado, Un mediocre sin casi pelo, con algún kilo de más, con más defectos que algo comprado en AliExpress, pero con su vida, que es la que me ha tocado vivir y no vendo ni cambio por nada en esta galaxia.

No hay comentarios: