27 ene 2015

Va por ellas.


Justificar lo injustificable roza la necedad. Soy feminista, que no es lo mismo que” hembrista”, porque defiendo la igualdad real entre mujeres y hombres.
Hoy me encontré con la noticia de la composición del nuevo Gobierno Griego de Syriza, dónde no aparece ninguna mujer, a lo que en redes sociales me respondieron que “ defender a la mujer por el simple hecho de ser mujer y ya por eso debe tener cuota de responsabilidad es discriminación a favor de ellas”, bastante curioso resulta que un partido que roza la mayoría absoluta no cuente en sus filas con mujeres a la altura de gobernar, según su elección, en un país de 11 millones de habitantes y dónde nació la palabra más bonita de las letras de Platón, DEMOCRACIA.
No conozco ningún hombre capaz de gestionar mejor una economía como lo hace cualquier ama de casa, que con un presupuesto más austero que cualquier partida del Gobierno (que ya es decir) hace encaje de bolillos y son capaces hasta de mantener un superávit que le ayude a afrontar imprevistos de los meses próximos.
Tampoco conozco hombres capaces de calmar dolores del alma como lo hace cualquier mujer, capaz de ser licenciada en enfermería con doctorado en cuidados sentimentales con el único recurso técnico de una pastilla de jabón, agua del grifo y besos que sanan cualquier herida.
Tampoco conozco ningún ministro de defensa, varón, que sea capaz de defender a hierro y sangre a la patria que representa, capaz de alzarse en armas, sin más munición que las manos en el “cuadrí”, ante los ataques a su patria.
Ni a un Ministro de educación que sea capaz de tener los reaños de estudiar cada letra de un temario a pies juntillas. De gestionar una montaña inmensa de papeles esparcidos por un escritorio y convertirlos en varias páginas con sentido.
No conozco a un Ministro de trabajo que sea capaz, a pesar de los problemas que rodeen su mente a diario, de dar lo mejor de sí cuando va al tajo, que no es suficiente para sobrevivir que además se pluriemplea en casa al llegar.
Será que me rodean mujeres de otro planeta y yo no lo sé, pero las que me rodean están más capacitadas que yo para gestionar cualquier situación.

No hay comentarios: