16 feb 2010

Monedas...



Al igual que las monedas hay personas con dos caras. Esa cara de lástima, de pena, de haberlo pasado mal durante la vida, en fin, de generar lástima. Y esa otra cara que cuando conoces a esa persona sabes cómo es, frío y calculador, celoso, orgulloso y creído, prepotente y engreído.
Personas que se inventan una vida paralela para darle más emoción a la verdadera vida que llevan, que pasan sin pena ni gloria. Personas que hacen y dicen cosas que no pasan para dar una imagen a los demás de importante, de ser alguien en la vida, de ser afortunado/a. Personas cobardes que sólo saben criticar y hablar de sus amigos/as a la espalda. Personas chulas y prepotentes por naturaleza. Lo peor no es eso, lo peor es que el mundo que ellos crean en su imaginación es en el que viven, y eso amig@s es serio. Es serio porque genera problemas en su mente, y cosas que no pasan, para él, o ella sí que pasan. Son personas que se inventan todo y cuanto pueden para darse a sí mismos importancia.
Sinceramente, poco tengo que inventarme yo, yo lo que escribo es porque nace de mi mente, y antes de mi corazón. Yo no tengo que inventarme batallitas, o historias falsas, porque mi vida en sí misma es intensa, apasionante y entretenida, no sabéis cuanto. No tengo que hacerlo porque soy como un cristal, transparente, sincero y honesto. Y me alegro cuando los demás consiguen algo importante, y me apeno cuando algo no les sale bien.
Pero bueno, quizás en estos tiempos eso de ser honesto, honrado y sincero no valga nada, quizás convenga inventarse una vida, una historia y vivir de ella y de las apariencias. Pero bueno, lo que somos nos persigue a lo largo de nuestra vida, para bien o para mal.
Pero prefiero ser claro, ir con la verdad por delante, y tener solamente una cara, aunque luego me vendan por menos de 30 monedas como Judas a Jesús, a tener dos caras como las monedas…

1 comentario:

Diseños de hilo musical dijo...

Sebas, tienes toda la razón, es muy difícil encontrar a alguien "verdadero y auténtico".
Pero al menos sabemos que la falsedad no puede durar mucho, al final las cosas siempre caen por su propio peso, tarde o temprano, aunque siempre hay gente que no se da cuenta de cómo es realmente esa persona y sigue engañado el resto de sus días.
Un beso