9 feb 2010

Café con hielo...

La oscuridad tiñe cada rincón de esta que se ha convertido en mi habitación, la luz de tu mirada que antes inundaba cada rincón desapareció cómo el agua entre mis dedos.
Esta cama que antes era tan pequeña con tu presencia, se convierte ahora en un abismo en el que no me encuentro. Desapareciste cómo un gato huye por miedo, huiste como la soledad huía cuando aparecías por mi lado.
Sueño, y despierto convulso entre aspiraciones de tu amor, sigo soñando con la fuerza de tu sonrisa, sigo soñando con la claridad de tu mirada, sigo soñando con la tranquilidad que tus manos me trasladaban, sigo soñando con la seguridad de tenerte a mi lado cada día al despertar, pero los sueños, sueños son.
No puedo valorar cómo me ha tratado la vida, no sirvo para eso, algunos dirán que bien, otros que mal, yo me dedico a intentar disfrutar cada segundo, pero todo ello sin olvidarme de mis obligaciones, ni de ti. De ti es imposible que me olvide, es imposible olvidar la causa más noble por la que di mi vida en mil batallas, y aunque fuera en batallas de pluma y papel, luché contra viento y marea, pero ahora me dedico a manchar con letras el papel. Fueron miles de batallas, sí de pluma, pero al fin y al cabo batallas, y aún sigo luchando cada noche, porque podrán arrebatarme tu presencia a mi lado, pero no podrán arrebatarme la esperanza que me devolviste y tenía perdida. Son batallas perdidas antes de empezar, son guerras sin motivos, o por el mejor de los motivos, son batallas, batallitas por tu corazón.
Nadie puede arrebatarme cada una de las sonrisas que conseguí a tu lado, nadie me arrebatará ya haber estado paseando por tu mente, ni nada que a tu lado hubiera pasado.
Podría haber sido quizás la mejor historia de amor que nadie jamás nunca escribió, ni escribirá, por mí no quedó, quizás la desilusión que otros besos amargos te dieron un día fueron los culpables de esta sinrazón.
Creí que no podría vivir sin ti, la verdad, pero aunque me duela, aunque esté enclaustrado en mi habitación, aunque mi corazón palpite cada segundo por ti, sé ahora que no eres más que todo lo que construí.
Y cómo dice el refrán: “Torres más altas cayeron”, pero sinceramente, no quiero verte caer, ni aunque sea en mi sueños, no quiero verte caer ni aunque lo escriba yo. Porque si no existes yo me muero.

Porqué son estos días de pensamientos infinitos, en los que más añoro tu presencia, porque a tu lado mis días duran menos, y porqué desde que te conocí he vuelto a ser un niño feliz, quizás esa sea la causa, que me veas como un niño, pero detrás de esta permanente sonrisa existen miedos, dudas, ilusiones, esperanzas, aspiraciones, no soy lo que aparento y ya creo que te has dado cuenta.
Quizás me tocó madurar antes de tiempo, pero eso me enseñó a sonreír, porqué con una sonrisa se consigue todo, con una lágrima nada, nada más que ahogarte en tu pena, y eso yo no lo puedo permitir. Porque es tu sonrisa la que me da fuerzas cada mañana para seguir luchando otro día más por la más noble causa, por tu sonrisa. Por ella te daría el cielo, por tu mirada el universo entero, por un beso…no podría darte nada por un beso, sólo eso, un beso.

No hay comentarios: