Los socialistas no se hacen, nacen y se siembran. Soy socialista porqué mi conciencia me lo dicta, mi conciencia me dicta mirar siempre al futuro, sin olvidarme nunca del pasado. Me dicta ayudar a los más necesitados, me dicta ser idealista y solidario. Me dicta ser honrado, y preocuparme de los demás, antes incluso que de mí. Me dicta luchar por las injusticias, por la democracia, la tolerancia, la igualdad y el respeto. Ser socialista es ser algo más que una corriente ideológica, es una forma de ver la vida, vivirla y ser partícipe de ella.
Eso de que los socialistas se siembran, llevan razón… Si en mi casa no se hubiese hablado de política desde que yo era pequeño, quizás hoy no me hubiese gustado tanto esto de la política.
Recuerdo, o mejor dicho, me recuerdan un día, un mitin de D. Alfonso Guerra en el polideportivo Andrés Estrada, tenía año y medio cerca de dos. Dice mi madre que había un concierto y que por eso me llevó. Recuerda mi mente, muy vagamente el polideportivo a rebosar. Mi madre me sostenía en brazos y yo me entretenía con una bandera del PSOE, agitándola y diciendo “recre…recre…”. Dice mi madre que en una parte del discurso de Alfonso Guerra me señaló y dijo: “Ese es el futuro”. Y ahora sé que no se equivocaba. Vienen recuerdos a mi mente algunos otros actos esta vez con Felipe González quiero recordar, en el Parque Alonso Sánchez de Huelva, y así podría llevarme nombrando mítines mucho tiempo.
Esto era sólo un ejemplo para deciros eso, que en mi casa la política siempre ha estado encima de la mesa.
No pienso consentir que unos pocos sean quienes tiren por tierra la libertad que consiguieron los de la generación anterior a la nuestra, esa lucha por ser únicamente libres e iguales, y que por luchar por eso, muchos y muchas de ellos hoy no están entre nosotros. Se cumplieron ayer 30 años de la Autonomía andaluza, 30 años de progreso, libertad e igualdad, 30 años de cambios, de los cuales el PSOE siempre ha estado detrás de ese progreso. 30 años en los Andalucía ha pasado de ser la última comunidad de España a una de las pioneras tanto en sanidad como en I+D+I. Una comunidad fuerte, unida y orgullosa de ello.
30 años de millones de historias, 30 años de los que lucharon por lo que hoy tenemos. Llega el momento del cambio, llega el momento de mi generación, de esa que dicen que no estamos preparados, pero os aseguro que daremos la cara por luchar 30 años más por el futuro de nuestra tierra. Toca el relevo generacional, ese que parece que nunca iba a llegar, y es ahora más que nunca cuando tenemos que sentirnos orgullosos de ser socialistas, de salir a calle y demostrarles a los retrógrados que hay siempre que mirar al futuro siendo optimista, el momento otra vez de luchar por los valores que nos unen, de luchar por todo aquello que pensamos y que dentro de 30 años, quizás alguien recuerde, y si no es así, allí estaremos nosotros para recordar lo que hicimos en nuestra generación y lo que hicieron la anterior a la nuestra.
Hace poco me dijeron que defendía “mis intereses” por encima de todo. Y sabes que le digo yo a ese fantasma sin identidad: Defiendo mis intereses, claro que sí, defiendo la libertad, la igualdad entre hombres y mujeres. Defiendo el progreso y la solidaridad, defiendo un sistema económico no basado en el pelotazo, defiendo la alegría, defiendo cientos de miles de personas que dejaron su vida por lo que hoy tenemos y disfrutamos, defiendo a mi partido que es el PSOE, porque detrás de los millones de votantes, hay una historia similar a la mía, una vida con problemas y alegrías. Soy socialista porque mi madre me parió así, y porque la semilla del socialismo fue germinada durante mi infancia, porqué esa maceta ideológica seguirá creciendo más aún con el tiempo, y porque nada ni nadie, ni tan siquiera POR HUELVA, me hará cortar los brotes de esperanzas que se esconden tras estas siglas: PSOE.
El socialismo es una manera de ver la vida… y ahora, ten el valor de dar tu nombre como siempre lo hago yo.
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