5 oct 2009

Sin miedo a perder.

Todo estaba en silencio, una leve brisa es lo único que susurraba a mis oídos, el sol caía lento, tan lento cómo tu partida sin decir adiós. Volví al mismo sitio de siempre, volví dónde dije que no volvería a ir nunca jamás, volví a esa playa dónde las estrellas se confabularon para que todo fuera perfecto en esa noche, volví pero ya no estabas tú.
Recorrí de nuevo las huellas que estaban borradas por el mar, pinté un corazón en la arena y esperé que el mar se lo tragara para que por siempre estuviera en su inmensidad. Paseé por mis recuerdos, caminé por tu cuerpo de sirena descifrando cada uno de tus lunares, me perdí en la inmensidad del verdor de tus ojos. Y de nuevo buceé entre las perlas de tu boca.
Abrí los ojos y todo seguía igual, todo igual sin ti.
La soledad seguía invadiendo cada centímetro cúbico de aire que inhalaba, recorría mi interior y se plantaba en mis pulmones. Todo había sucedido tan rápido, todo había cambiado de repente, todo seguía siendo nada sin ti.
Maldecía al destino mil y una vez, porqué fueron señales divinas quizás las que me hicieron luchar eternamente por tu amor. Y mil y una vez volvería a luchar por conquistar la fortaleza de tu amor. Porqué no encuentro la calle que me lleve de nuevo a tu casa para plantarme una noche y decirte sin venir a cuento que eres la princesa por la que daría mi vida otra vez. Porque no se mirar si no eres tú a la que miro, porque no sé respirar sin tu presencia, porque no sé escuchar si no oigo tus palabras, porqué no sé dónde ir si tú no me indicas el camino.
Sólo coge mi mano, mírame a los ojos, y hagamos juntos el camino a la felicidad eterna de estar por siempre juntos. Porque sé que nadie te hará tan feliz como lo hago yo, porque a tu lado nada me da miedo, y si tú sientes alguna vez el miedo, sacaré mi espada de versos y lucharé contra todo aquello que atormente tu vida, lucharé hasta que no pueda más, porque una y otra vez volvería a la playa a luchar contra el mar por ti.
Porque sentado en la arena, que fría se encuentra ahora, sigo notando tu calor, y esa sonrisilla que perdí se acaba de pintar en mi cara.
Coge mi mano sin miedo a nada...

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