2 dic 2009

Él y Ella....Tú y Yo...


Ven, toma mi mano. Te enseñaré un mundo de verdades, no existen libros, apuntes ni tesis.
Antes de que la luna se acueste con tu mirada, antes de que el sol me alumbre con tu despertar, de la mano cogidos empecemos a soñar.
Él, juró a la vida no entregarse en cuerpo y alma, juró velar las noches de la luna, juró acompañar su camino por el cielo, juró amanecer cada día con el sol. Él, el hombre más humilde, soñador e incomprendido, salitre de cualquier mar. Él, eterno prisionero de su pasado, eterno luchador de ideales perdidos, creedor de los sueños inalcanzables. Él, el pequeño principito que nunca quiso crecer, eterno Peter Pan sin su Campanilla, perdido poeta sin su musa. Paria perdido de un mundo incomprendido, escritor de palabras en blanco, amante lunero…Él…perrillo vagamundo solitario.
Ella, dulce Julieta de un Romeo traidor, luz de luna, brillo eterno del sol en el mar. Ella, realista, sensata y cautelosa. Ella, libertaria de ideas futuras, mariposa que vuela libre sin saber qué hacer. Ella, linda Blancanieves sin su príncipe azul, Bella de un cuento con Bestia, musa de la inspiración y a la vez dulce cautiverio de cualquiera que ose a escribir sobre ella. Doctorada en la vida con matrícula de honor, letra de palabras en blanco…Ella… gotitas de agua que calan cualquier corazón, dulce y adictiva, corales del mar dónde todos quieren bucear.
¿Tienes mi mano agarrada?, entonces seguiré.
Una mirada fugaz, un rayo de luz en la vida de cualquier persona perdida, eterna estrella de la mañana, día de la noche, noche de cualquier día soleado, sonrisa de un niño inocente, el perfume más deseado. Primavera perpetua de cualquier otoño, compañía de cualquier soledad, princesa de estrellas fugaces. Un día se tendieron la mano, cualquier historia de amor quedó obsoleta.
Él, la enseñó a soñar, dejarse llevar, a saber qué cosas recordar, a creer en los sueños, a no crecer, a ser susurro en los labios de cualquier poeta, a comprender a la luna, a velar la luz del sueño, a volar sin parar, a sentir el sonido del universo. Ella lo enseñó a pensar, a vivir cada día cómo si el mañana no existiera, lo enseñó a quererse a sí mismo, a escribir letras de palabras en blanco, a secarse tras una tormenta, a refugiarse después de una tempestad, a mojarse con agua calaíta de sal, a llenar de olores una eterna primavera en cualquier invierno de su cuerpo.
¿Porqué me sueltas la mano?....bueno seguiré
De la mano, aprendieron a vivir, a luchar contra los vientos, contra los mares y titanes…
Me dijiste: “qué bonita historia si fuera verdad”, y me tendiste de nuevo la mano…
Ahora que sobre la muerte bailé, te contaré toda mi verdad. Que te quiero, te quiero a reventar, a ti, eterna luz de un amanecer, rayito de luz que entre las nubes apareciste en mi vida, agua pura del manantial de tu sonrisa. Perdóname, aunque no sé que he hecho, perdóname por qué cosas como estas no me pasan todos los días. No hay mayor condena, ni droga más dura y adictiva que el roce de tu piel… Me pierdo cuando tú me hablas

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