Al igual que las monedas hay personas con dos caras. Esa cara de lástima, de pena, de haberlo pasado mal durante la vida, en fin, de generar lástima. Y esa otra cara que cuando conoces a esa persona sabes cómo es, frío y calculador, celoso, orgulloso y creído, prepotente y engreído.
Personas que se inventan una vida paralela para darle más emoción a la verdadera vida que llevan, que pasan sin pena ni gloria. Personas que hacen y dicen cosas que no pasan para dar una imagen a los demás de importante, de ser alguien en la vida, de ser afortunado/a. Personas cobardes que sólo saben criticar y hablar de sus amigos/as a la espalda. Personas chulas y prepotentes por naturaleza. Lo peor no es eso, lo peor es que el mundo que ellos crean en su imaginación es en el que viven, y eso amig@s es serio. Es serio porque genera problemas en su mente, y cosas que no pasan, para él, o ella sí que pasan. Son personas que se inventan todo y cuanto pueden para darse a sí mismos importancia.
Sinceramente, poco tengo que inventarme yo, yo lo que escribo es porque nace de mi mente, y antes de mi corazón. Yo no tengo que inventarme batallitas, o historias falsas, porque mi vida en sí misma es intensa, apasionante y entretenida, no sabéis cuanto. No tengo que hacerlo porque soy como un cristal, transparente, sincero y honesto. Y me alegro cuando los demás consiguen algo importante, y me apeno cuando algo no les sale bien.
Pero bueno, quizás en estos tiempos eso de ser honesto, honrado y sincero no valga nada, quizás convenga inventarse una vida, una historia y vivir de ella y de las apariencias. Pero bueno, lo que somos nos persigue a lo largo de nuestra vida, para bien o para mal.
Pero prefiero ser claro, ir con la verdad por delante, y tener solamente una cara, aunque luego me vendan por menos de 30 monedas como Judas a Jesús, a tener dos caras como las monedas…
1 comentario:
Sebas, tienes toda la razón, es muy difícil encontrar a alguien "verdadero y auténtico".
Pero al menos sabemos que la falsedad no puede durar mucho, al final las cosas siempre caen por su propio peso, tarde o temprano, aunque siempre hay gente que no se da cuenta de cómo es realmente esa persona y sigue engañado el resto de sus días.
Un beso
Publicar un comentario